Entiende el Tribunal Supremo que la pasividad de la comunidad no es suficiente para apreciar un consentimiento tácito o manifestación de una determinada voluntad frente al no cumplimiento de un acuerdo firme y por ello estima la demanda que interpuso una comunidad de propietarios contra una construcción en un elemento común de hace más de 15 años, obligando al propietario a retirarla.