

Aestimatio Abogados somos un bufete especializado en Propiedad Horizontal y derecho inmobiliario. Nuestros clientes suelen preguntarnos por los diversos aspectos legales y normativas que debemos tener en cuenta al momento de adquirir, alquilar o vender una propiedad. Uno de estos aspectos fundamentales es la cédula de habitabilidad.
Qué es la cédula de habitabilidad
La cédula de habitabilidad es un documento oficial emitido por las autoridades competentes que certifica que una vivienda cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad y salubridad. Esta certificación es obligatoria para todas las viviendas que se destinen a residencia habitual, ya sean de nueva construcción, rehabilitadas o de segunda mano.
La cédula de habitabilidad también se denomina licencia de ocupación. Debe ser gestionada por un arquitecto o aparejador que se encargará de comprobar que la vivienda cumpla con las condiciones necesarias, entre las que se tienen en cuenta la superficie útil, los equipamientos y todos los aspectos que la autoridad competente determine que hay que tener en cuenta. Estos requisitos pueden variar según las Comunidades Autónomas. En general, para obtenerla, las viviendas también deben estar inscritas en el catastro.
La importancia de la cédula de habitabilidad radica en que garantiza a los propietarios y usuarios de una vivienda que esta cumple con los estándares mínimos de calidad y seguridad establecidos por la legislación vigente. Además, es un requisito indispensable para poder realizar determinados trámites legales, como la contratación de suministros básicos (agua, luz, gas) o la inscripción en el Registro de la Propiedad.
En el caso específico de la propiedad horizontal, la cédula de habitabilidad adquiere una relevancia aún mayor. La propiedad horizontal se refiere a la división de un edificio en varias unidades independientes, como los pisos de un bloque de apartamentos. Cada una de estas unidades debe contar con su propia cédula de habitabilidad, que certifique que cumple con los requisitos legales para ser habitada de forma segura y confortable.
No es un documento permanente
Además de ser un requisito legal, la cédula de habitabilidad también puede tener implicaciones a nivel económico. En algunas comunidades autónomas, la falta de este documento puede dar lugar a sanciones económicas, tanto para los propietarios como para los arrendatarios. Por otro lado, contar con una cédula de habitabilidad en regla puede aumentar el valor de una propiedad en el mercado inmobiliario, ya que demuestra que la vivienda cumple con los estándares de calidad exigidos.
Es importante destacar que la cédula de habitabilidad no es un documento permanente, sino que tiene una validez limitada en el tiempo. En general, suele tener una vigencia de 15 años, aunque este plazo puede variar según la normativa de cada comunidad autónoma y la fecha de otorgamiento. Pasado este período, es necesario renovar la cédula de habitabilidad para asegurar que la vivienda sigue cumpliendo con los requisitos legales.
Podemos hablar de tres tipos de cédula de habitabilidad:
Cédula de habitabilidad de primera ocupación. En este caso se trata de la licencia de primera ocupación que entrega el Ayuntamiento al promotor.
Cédula de habitabilidad de primera ocupación por rehabilitación. Para inmuebles que han sufrido una reforma relevante.
Y cédula de habitabilidad de segunda ocupación. Para las viviendas ya edificadas y habitadas anteriormente.
Si estás pensando en adquirir, alquilar o vender una vivienda en régimen de propiedad horizontal, es fundamental asegurarte de que cuente con la cédula de habitabilidad en regla.
En Aestimatio Abogados, contamos con un equipo de expertos en derecho inmobiliario y Propiedad Horizontal que está a tu disposición para brindarte asesoramiento y acompañamiento en todos los aspectos legales relacionados con la cédula de habitabilidad y otros temas relevantes en el sector inmobiliario.