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Desde Aestimatio Abogados, expertos en derecho inmobiliario y derecho digital, queremos ofrecerte una guía útil sobre los derechos que protegen a los consumidores en el entorno digital.
El comercio electrónico ha crecido exponencialmente en los últimos años, revolucionando la forma en que compramos. Casi cualquier producto o servicio está a un clic de distancia. Sin embargo, esta comodidad también plantea algunas dudas: ¿qué derechos tenemos como consumidores al comprar online? ¿Estamos tan protegidos como cuando hacemos una compra en una tienda física?
El comercio electrónico es un sector en constante evolución, y la legislación vigente en España y la Unión Europea se adapta continuamente para proteger a los usuarios y garantizar sus derechos. Por ejemplo, el Real Decreto Legislativo 1/2007, que aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, y el Reglamento (UE) 2019/1150 sobre el comercio electrónico, regulan aspectos como el derecho de desistimiento, la transparencia en la información y las condiciones contractuales.
Derecho de desistimiento: 14 días para cambiar de opinión
Uno de los derechos fundamentales de los consumidores en el comercio electrónico es el derecho de desistimiento, es decir, la posibilidad de devolver un producto sin necesidad de justificar la razón. En España, este derecho se extiende a 14 días naturales desde la recepción del producto, y se aplica a la mayoría de los bienes y servicios comprados online.
Este derecho está regulado por el artículo 68 del Real Decreto Legislativo 1/2007, que establece que los vendedores están obligados a informar al comprador sobre su derecho de desistimiento y a facilitar un formulario para su ejercicio. Esto permite evaluar los productos en casa y decidir si realmente cumplen con tus expectativas. Por ejemplo, si compras un electrodoméstico y descubres que no tiene las funciones que esperabas, puedes devolverlo sin problema siempre que lo hagas dentro del plazo establecido.
Además, la legislación establece que los vendedores deben reembolsar al consumidor en un plazo máximo de 14 días desde que reciben el producto devuelto. Este reembolso debe incluir todos los pagos realizados, incluyendo los gastos de envío iniciales, aunque el consumidor puede ser responsable de los costes de devolución si así se especifica en las condiciones de venta.
Información clara y veraz sobre productos y servicios
Otro aspecto fundamental en el comercio electrónico es la transparencia en la información. Los consumidores tienen derecho a recibir información clara y veraz sobre los productos y servicios que adquieren, y esto incluye aspectos como el precio total, características del producto, condiciones de venta y opciones de pago. La normativa de la Unión Europea es especialmente estricta en este ámbito, ya que pretende garantizar que el consumidor tenga todos los datos necesarios para tomar una decisión informada.
En la práctica, esto significa que los vendedores deben indicar de forma explícita el precio final, incluyendo los impuestos y cualquier otro coste adicional. Además, la descripción del producto o servicio debe ser precisa y detallada, evitando inducir a error. En el caso de los servicios, como los cursos online o las suscripciones a plataformas digitales, es fundamental que el usuario comprenda claramente las condiciones del contrato, incluyendo la duración y los términos de renovación automática, si los hubiera.
Otro punto importante es la protección contra prácticas comerciales desleales, como la publicidad engañosa o las promociones dudosas. Por ejemplo, si una tienda online anuncia un descuento del 50%, debe dejar claro sobre qué precio se aplica y no puede inflar el precio original para simular una rebaja mayor.
Seguridad y protección de datos personales
El consumidor también tiene derecho a que sus datos personales sean tratados de forma segura y en conformidad con la normativa de protección de datos. En el comercio electrónico, es habitual que se soliciten datos como el nombre, dirección y datos bancarios del consumidor para procesar la compra, pero los vendedores están obligados a cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que establece una serie de obligaciones para proteger la privacidad de los usuarios.
El RGPD requiere que las empresas solo recojan los datos necesarios y que informen al consumidor sobre cómo se utilizarán esos datos, su finalidad y el tiempo que se conservarán. Además, el usuario tiene derecho a acceder a sus datos, rectificarlos o eliminarlos si lo desea.
La protección de los datos personales también abarca aspectos de seguridad, como la encriptación de las transacciones y la implementación de medidas técnicas y organizativas que eviten el acceso no autorizado.
En Aestimatio Abogados, contamos con un equipo especializado en derecho digital y en la defensa de los derechos de los consumidores en el comercio electrónico, no dudes en acudir a nosotros ante cualquier tipo de problema.